Esta mañana, un grupo de alumnos de Derecho UNT con mandil blanco y
transportando estacas y cintas se desplazaron por la Ciudad Universitaria hasta
llegar a las zonas descampadas de la Facultad de Sociales donde se encontraron
con restos óseos de humanos.
Aunque los curiosos se llevaron más de una sorpresa, al ver los restos de fémures
y cráneos, no se trataba más de que de la primera práctica de levantamiento de
cadáver a cargo de los alumnos del tercer año de Derecho del curso de
antropología criminal, que dicta la profesora Carolina Espinoza Camus.
La primera tarea de los estudiantes fue realizar el registro de la escena del crimen
con la ubicación geográfica, ubicación de los puntos referenciales de la escena del
crimen con estacas, encintado de la escena, fotografiado de diferentes ángulos.
Dentro del grupo, uno de los estudiantes tuvo la misión de elaborar un croquis
para graficar la escena, considerando la distancia de los objetos y características;
en tanto que otro joven estudiante dibujaba cada objeto.
Al final se llenó una ficha
oficial, al modo en que lo haría un fiscal.
Luego vino el levantamiento de los restos cadavéricos. Tal como les indicaron en
las clases teóricas, los estudiantes tuvieron que empezar por la cabeza, la misma
que fue guardada en una bolsa para posteriormente llevarla al Laboratorio. Se hizo
el registro de cada pieza y su rotulación; se procedió a la medición de cada pieza
encontrada y finalmente el informe descriptivo del levantamiento del cadáver
simulado.
La profesora Espinoza Camus pidió a los estudiantes que narren con lujo de
detalles el material encontrado en la excavación, describiendo cada objeto
encontrado y la distancia que guarda con el punto de referencia. En el texto se
debe incluir tamaño, color, forma de todos los objetos que sirva para recordar en el
laboratorio. Sólo al final se extrae el esqueleto y sus indicios.
La alumna Jennifer Echevarría, delegada de los alumnos, se mostró muy
satisfecha con los resultados de la práctica, porque de esta manera los alumnos
ya no van en blanco a una escena de crimen. “Ahora ya conocemos las escuadras
que se usan, la cantidad de metros que una persona puede ingresar para no
contaminar una escena del crimen”, concluyó.




